Acceso universal a la salud reproductiva: desafíos y oportunidades para la respuesta a mujeres y vih en América Latina

Where are the Female Condoms- Summary of Policy Analysis

RECOMENDACIONES

  • Desarrollar campañas de prevención específicas para mujeres en donde se reconozcan las diferencias de género y se visibilice la vulnerabilidad de las mujeres a la infección del VIH.
  • Convertir la oferta de la prueba con consentimiento informado en una obligación administrativa del personal de salud garantizando su gratuidad e incorporándola de manera integral y rutinaria en el control prenatal en el primer nivel.
  • Adecuar la normatividad vigente e iniciar capacitación y diálogo multisectorial acerca de los beneficios del parto vaginal cuando la carga viral de la mujer embarazada con VIH es menor a 1000 copias.
  • Garantizar una consejería que explore con las mujeres el contexto de su vida cotidiana y las oportunidades para la sustitución de la lactancia materna para apoyar la toma de decisiones informadas y lograr la sustitución al cien por ciento o la lactancia exclusiva.
  • Garantizar el derecho de las mujeres a decidir o no ser madre, brindando como parte integral de la atención en VIH consejería y acceso a una gama de métodos anticonceptivos apropiados además del preservativo a las mujeres que no desean un hijo (doble protección), así como información objetiva y las intervenciones médicas necesarias para la fecundación y un embarazo saludable, o si ellas lo prefieren, apoyo para la adopción para mujeres con VIH que sí desean un hijo.
  • Garantizar el diagnóstico y tratamiento de otras infecciones de transmisión sexual, incluyendo el VPH, como parte rutinaria de la atención en VIH.
  • Identificar la violencia de género como parte sistemática del control prenatal, la pre y post-consejería de mujeres con VIH, además de hacerlo como una parte integral de la atención a personas con VIH.
  • Aumentar el financiamiento para sostener y expandir el apoyo entre pares y la incidencia política desarrollada por las mujeres con VIH con el objetivo de mejorar la implementación de la prevención perinatal, la salud sexual y reproductiva y el bienestar de las mujeres antes, durante y después del embarazo.
  • Analizar con detenimiento los mecanismos de integración de loss ervicios de salud reproductiva y VIH, asegurando que se responde a las especificidades de los sistemas de salud y el contexto sociocultural de los países.
  • Garantizar la sustentabilidad de las acciones de la prevención perinatal más allá de los apoyos actuales del Fondo Global.

LA SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA DE LAS MUJERES CON VIH

Existen rezagos importantes en el cumplimiento de las metas nacionales e internacionales y en la integración del VIH en una agenda de salud sexual y reproductiva integral. El estigma y la discriminación, así como la negación de la vida sexual de las mujeres con VIH, siguen contribuyendo a la violación del derecho a decidir sobre el número y espaciamiento de los hijos y vulnera la salud de las mujeres positivas. Aunque la mitad de los países mencionan la consejería en Planificación Familiar a mujeres con VIH en la normatividad relevante, solo un país (Nicaragua) contempla el uso de anticonceptivos por parte de las mujeres con VIH como un indicador de calidad en el Plan Nacional Estratégico de VIH. De acuerdo a la consulta con expertos, en la práctica ningún país ofrece consejería integral en planificación familiar como parte de la atención en VIH. La reproducción asistida y la adopción por personas con VIH están ausentes en todos los Programas Estratégicos Nacionales de VIH.

El diagnóstico y tratamiento de otras infecciones de transmisión sexual (con la excepción de la sífilis para evitar la transmisión vertical), es ignorado en casi todos los países, a excepción de El Salvador y México. En la práctica el acceso a los servicios, incluyendo el acceso al Papanicolaou, es disparejo entre países e instituciones de salud –dependiendo más del conocimiento y la voluntad del médico tratante que de una política institucional o de Estado.

ACCESO UNIVERSAL A LA SALUD REPRODUCTIVA: DESAFÍOS Y OPORTUNIDADES PARA LA RESPUESTA A MUJERES Y VIH EN AMÉRICA LATINA1

EPIDEMIOLOGÍA

La epidemia de VIH en América Latina, y en todos los países representados en este análisis, se caracteriza por esta concentrada—es decir, países con prevalencia menor al 1% en la población general y mayor al 5% en poblaciones específicas como hombres que tienen sexo con hombres, las y los usuarios de drogas inyectadas y trabajadores sexuales— sin embargo, la proporción total de mujeres con VIH en la región y en los países estudiados es significativa con aproximadamente el 30% (550,000) de las 1.6 millones de personas con VIH en la región y un poco menos de 180,000 en los nueve países de esta muestra.2

PREVENCIÓN

A pesar de que la mayoría de los Programas Estratégicos Nacionales en VIH menciona la perspectiva de género (7 países), en la región no existen políticas de prevención del VIH diferenciadas por género en las poblaciones clave, ni enfocadas a mujeres a excepción de trabajadoras sexuales y mujeres embarazadas, reforzando una visión discriminatoria de la mujer como vector de la enfermedad. Los países no consideran a las mujeres a lo largo de su ciclo de vida; en los casos que las mujeres de la población general están consideradas para la prevención primaria (El Salvador, Honduras y Nicaragua), solo se consideran aquellas en edad fértil en el contexto de la prevención perinatal. Ningún país contempla acciones específicas para prevención primaria del VIH entre mujeres con pareja estable, ni en mujeres que sufren violencia de género, a pesar de que investigaciones internacionales señalan claramente que la mayoría de las mujeres adquiere el VIH dentro de su relación estable y que sufrir violencia sexual y física por parte de la pareja íntima está asociado con la infección por VIH.3 Los nueve países cuentan con legislación relacionada con la violencia de género, pero los servicios de salud no identifican la violencia de forma sistemática durante el control prenatal aun cuando existen protocolos clínicos establecidos, ni durante el seguimiento en la atención de la mujer con VIH. Solo un país (México) menciona el condón femenino como parte de las acciones de prevención. Honduras, Nicaragua y Perú son los únicos que contemplan específicamente acciones de prevención secundaria con mujeres con VIH.

PREVENCIÓN DE LA TRANSMISIÓN Desarrollar campañas de prevención específicas para mujeres en PERINATAL

Todos los Programas Estratégicos Nacionales de VIH proponen lograr el 100% de cobertura en la prevención de la transmisión vertical del VIH y los países, a excepción de México, han hecho progresos significativos en este sentido entre 2007 y 2009. Sin embargo, el rango bajo de las estimaciones de cobertura de ONUSIDA publicadas en el 2010 indican que más de la mitad de las mujeres embarazadas con VIH siguen sin acceso a los antiretrovirales. 2 La consulta con personas expertas indica que las mujeres embarazadas que tienen un diagnóstico positivo confirmado reciben tratamiento, lo que revela que la falta de acceso a la prueba durante el embarazo continúa siendo una barrera central para la prevención de la transmisión perinatal del VIH. Todos los países contemplan la oferta de la prueba a mujeres embarazadas y la mitad de ellos hacen que la oferta sea una obligación de los proveedores de servicios. Es preocupante que dos países (Bolivia y Perú) han hecho que la prueba sea una obligación para las mujeres embarazadas. En la práctica, la centralización de los servicios en donde se realiza la prueba, el desabasto de pruebas rápidas y reactivos, así como las cuotas de recuperación para acceder a los servicios, son barreras que limitan el acceso efectivo a las pruebas durante el embarazo y en general para las mujeres. La poca información sobre la vulnerabilidad de las mujeres al VIH y la baja percepción de riesgo por parte de las y los médicos y las propias mujeres, son otros factores que limitan el acceso a la prueba.

Todos los países tienen lineamientos técnicos clínicos adecuados para la prevención de la transmisión vertical, incluyendo tratamiento antirretroviral altamente activo (TARA), sustitución de lactancia materna, y en la mayoría de los casos, lineamientos para parto por cesárea. Sin embargo, en la práctica hace falta promover un ambiente propicio para que las mujeres tomen decisiones informadas para incorporar estas medidas. En los países estudiados, el acceso garantizado y gratuito a sustitutos de la lactancia materna no es universal, además de que las guías clínicas proponen el uso de fórmula sin asegurarse de brindar consejería enfocada a las realidades socioeconómicas y culturales que pueden convertirse en barreras para la sustitución de la lactancia materna, que explore los riesgos y beneficios comparando la lactancia y el uso de fórmula, y que enfatice la importancia de evitar la alimentación mixta.4 Se sigue negando la cesárea a las mujeres con VIH por parte de los servicios de salud no especializados en VIH. Solo dos países consideran la opción de parto vaginal para mujeres con cargas virales debajo de 1000 copias (Perú y México), pero esta posibilidad no ha sido diseminada ampliamente entre médicos tratantes ni redes de mujeres con VIH.