Promover la culpa para… ¿Evitar abortos?

February 17, 2015

BY Oriana López Uribe

Desde hace 5 años mi trabajo consiste, prioritariamente, en construir redes de apoyo para que las mujeres en México puedan tener acceso a abortos libres, dignos y seguros.

En este tiempo he visto que, en este proceso, lo que más hace daño son los lobos disfrazados de cordero. Los que se dicen llamar Pro-vida.  Ellos se interponen a través de mensajes sentimentalistas cargados de culpa, y hacen que la información veraz y las opciones seguras no lleguen de forma efectiva a las mujeres.

Lo que he leído de sus estrategias es que quieren reducir el número de abortos. No comparto las razones por las que quieren reducir el número de abortos, ni comparto el objetivo de reducir el número de abortos. Yo sé que abortos existen los que se necesitan, mi objetivo es que sean libres, dignos y seguros, por eso me interesa que en el Fondo MARIA estemos todas capacitadas desde una perspectiva feminista que busca primordialmente respetar y validar las decisiones de las mujeres durante su proceso de aborto para que éste sea una semilla para el empoderamiento de cada una de ellas. Pero además de no compartir el objetivo, creo que no es verdad que ese sea su objetivo.

Acosar con esos mensajes a las mujeres desde la escuela, la televisión, los sermones en la iglesia, los pósters, anuncios, y todos los medios que usan, provocan en las mujeres mucho miedo de siquiera pensar en abortar y mucha culpa cuando saben que, por las razones que sea, no pueden continuar el embarazo.

En un país como México, con una mayoría católica, y un poder eclesiástico muy fuerte que influencia nuestras leyes, es claro que en casi todo el país nos encontramos inmersas en esos mensajes. Somos bombardeadas con esa mala información desde muy pequeñas y en casi todos los ámbitos de nuestras vidas. Si su estrategia fuera exitosa, entonces en México no habría abortos.

Entonces es claro que ese no es su objetivo, porque no han logrado reducir el número de abortos, y sin embargo, continúan con las mismas estrategias que han probado no ser exitosas, no sólo en México, también en otros países. Pero, entonces ¿cuál es su objetivo?

Los grupos provida, en realidad son anti libertad, anti decisión, anti derechos, anti mujeres, lo que hacen es promover la culpa entre las mujeres, nos persiguen, nos acosan, nos intentan controlar a través de engaños, amenazas y mentiras. Quieren controlar el ejercicio y expresión de nuestra sexualidad. No debemos sentir placer, si lo sentimos eso merece un castigo. Y el castigo, en su retorcida retórica, es la maternidad.

Pretenden que la maternidad sea el único motivo por el cual las mujeres busquen tener relaciones sexuales, pero también es la maternidad lo que debe castigar a las mujeres que tienen relaciones sexuales por placer.

Las mujeres que deciden abortar lo han decidido, lo deciden y lo seguirán decidiendo basadas en sus propias necesidades y deseos. No en lo que esos grupos nos dijeron, nos dicen y, desafortunadamente, nos seguirán diciendo. Sin embargo, los engaños, el tabú, las amenazas, hacen eco en muchas, no para cambiar la decisión, pero sí en cómo viven la decisión. La viven con miedo, con culpa, con la convicción de que debe ser un peso con el que tendrán que cargar por el resto de su vida.

Si eso es lo único que logran, ¿para qué lo quieren lograr? ¿De qué les sirve a ellos que haya mujeres sintiéndose culpables? ¿qué ganan despertando odio entre las personas?

Los valores que una religión debería promover entre sus creyentes, desde mi punto de vista, son la compasión, el perdón, la comprensión, el respeto, la empatía y el amor. Sin embargo, estos grupos promueven la persecución, el rencor, el rechazo y el odio hacia las mujeres y quienes las apoyamos.

Este miércoles 18 de febrero comienza en el DF una campaña anti mujeres que durará 40 días, la intención de esta campaña es crear una barrera humana cargada de culpa entre las mujeres que van a abortar y la clínica que les va a proveer el servicio. Se van a centrar en 3 clínicas de Marie Stopes, pero es algo que también hacen durante todo el año en los servicios públicos que proveen interrupción legal del embarazo de forma gratuita.

Estas campañas son muy agresivas para las mujeres que están en un proceso de aborto, se están metiendo en un momento muy personal e íntimo de las mujeres, y parten del principio de que las mujeres necesitan más mensajes de culpa para cambiar su decisión y decidir continuar el embarazo. No por el deseo de tener a sea criatura, si no por la culpa y el miedo a sentir más culpa.

¿Cuántas mujeres cambian su decisión gracias a este tipo de campañas? En nuestra experiencia, después de haber apoyado a cerca de 4 mil mujeres, sólo dos decidieron irse de la clínica después de haber sido abordadas por estas personas afuera de la clínica, de las cuáles una se arrepintió de no haberlo hecho en ese momento y fue apoyada para ir a otra clínica a realizarlo.

Sin embargo, sí hay mujeres con las que hemos tenido que platicar más profundamente y apoyarles antes y después para poder regresarles la confianza en ellas mismas, recordarles que es una decisión que se debe basar en sus valores y necesidades personales, junto con mucha información veraz y basada en evidencia para que las mentiras que les dijeron se disipen y puedan continuar con un proceso positivo.

Nosotras no mentimos, sabemos que para algunas, la mayoría, el sentimiento de alivio se siente en un corto tiempo o casi de inmediato y que para otras, para llegar a ese alivio, será necesario un proceso, en donde muchas emociones las atravesarán, pero que un contexto que les permita expresar libremente y sin miedos por lo que están atravesando hará más sencillo y nutritivo ese proceso.

Pensando más sobre cuál será el verdadero objetivo de estos grupos recuerdo que una de las tácticas de la Iglesia católica para recibir más fondos es promover e incentivar la culpa, para que de esa forma sientas la necesidad de ir a confesarte y pagar por tus pecados, en penitencia y en efectivo. Entonces, ¿será posible que los anti-derechos estén buscando que las mujeres que han abortado se sientan tan rechazadas, señaladas y aisladas que busquen redimirse a través de aportaciones en efectivo para mantener estas campañas y llenarles los bolsillos? Esta debe ser la campaña de procuración de recursos más cruel de la humanidad.