Elecciones en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Una de cal y otra de arena | Elections in the Inter-American Commission on Human Rights. One of lime and one of sand. 

August 23, 2023

23 Aug, 2023

BY Mirta Moragas Mereles

English translation below

El viernes 23 de junio pasado la Asamblea de la Organización de los Estados Americanos eligió cuatro Comisionados para la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). La CIDH, junto con la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CORTE IDH) ha tenido un papel clave en sostener altos estándares en el reconocimiento de derechos sexuales, reproductivos y derechos LGTBI en la región. Había un total de seis candidaturas para cuatro puestos. Las candidaturas progresistas eran las de Andrea Pochak de Argentina, Lidia Casas de Chile y Christopher Arif Bulkan de Guyana. Dos candidaturas conservadores o abiertamente antiderechos eran las de Stuardo Ralón de Guatemala (único candidato para reelección, único candidato de Centroamérica y un comisionado que se había posicionado abiertamente contra derechos LGTB y derechos reproductivos) y Pier Pigozzi de Ecuador (que había litigado casos contra personas LGTB en Ecuador). La última candidata era Gloria Monique de Mess de Surinam, de quien se tenía poca información y lo que se sabía -según compañeras de Surinam- es que es conservadora. 

La CIDH está compuesta por siete comisionados, dos de ellos abiertamente antigénero: Ralón y el colombiano Carlos Bernal Pulido (que se había posicionado en contra de tuits y comunicados sobre derechos reproductivos). En estas elecciones estaba en juego mantener la integralidad del sistema y que este sistema regional siga promoviendo el reconocimiento de derechos, incluidos los derechos sexuales y reproductivos. Una complejidad adicional significó el retiro de candidaturas de Estados Unidos, Brasil, Perú y Honduras, la mayoría por razones de política interna de los países.

La buena noticia es que fueron electos Bulkan y Pochak. La mala noticia es que -como era esperado- fue reelecto Ralón. La sorpresa fue la elección de De Mess, cuya candidatura tenía un perfil muy bajo. Esta elección también hace historia al tener en la CIDH a tres personas del Caribe: Bulkan, De Mess y Roberta Clarke, de Barbados. Para una comisión históricamente dominada por los países latinoamericanos, esta es una composición sin precedentes. Si bien podría decirse que todavía hay una composición mayoritariamente progresista, queda por ver qué posiciones tendrá De Mess y cómo se reorganizará el colegiado. Las y los nuevos comisionados asumirán sus funciones el 1 de enero de 2024. Las próximas elecciones serán en el 2025, donde se irán Clarke, Bernal Pulido (que podrían candidatarse para reelección) y  Joel Hernández (que termina su segundo mandato). Estas elecciones -si no se cuentan con candidaturas progresistas e idóneas- podrían significar un cambio de posición de la CIDH. Este año y los próximos están marcados por elecciones en varios países, lo que podría significar un giro más a la derecha para la región, lo que podría impactar en las candidaturas para la próxima elección. Aquí el rol de la sociedad civil es clave para promover candidaturas idóneas y comprometidas con el avance de los derechos humanos. 

In English

On Friday, June 23, the Assembly of the Organization of American States elected four Commissioners for the Inter-American Commission on Human Rights (IACHR).The IACHR with the Inter-American Court of Human Rights has played a key role in upholding high standards in the recognition of sexual, reproductive and LGTBQIA+ rights in the region. There were a total of six applications for four positions. The progressive candidatures were those of Andrea Pochak from Argentina, Lidia Casas from Chile and Christopher Arif Bulkan from Guyana. Two conservative or openly anti-rights candidatures were those of  Stuardo Ralón from Guatemala (only candidate for re-election, the only candidate from Central America and a commissioner who had openly positioned himself against LGBT rights and reproductive rights) and Pier Pigozzi from Ecuador (who had litigated cases against LGBT people in Ecuador). The last candidate was Gloria Monique de Mess from Suriname, about whom there was little information and what was known – according to allies from Suriname- is that she is a conservative. 

The IACHR is made up of seven commissioners, two of them openly anti-gender: Ralón and the Colombian Carlos Bernal Pulido (who had positioned himself against tweets and statements on reproductive rights). In these elections, it was at stake to maintain the integrality of the system and for this regional system to continue promoting the recognition of rights, including sexual and reproductive rights. An additional complexity meant the withdrawal of candidacies from the United States, Brazil, Peru and Honduras, the majority for reasons of internal politics of the countries. 

The good news is that Bulkan and Pochak were elected. The bad news is that – as expected- Ralon was re-elected. The surprise was the choice of De Mess, whose candidacy had a very low profile. This election also makes history by putting three people from the Caribbean on the IACHR: Bulkan, De Mess and Roberta Clarke, from Barbados. For a commission historically dominated by Latin American countries, this is an unprecedented composition. Although it could be said that there is still a mostly progressive composition, it remains to be seen what positions De Mess will have and how the board will be reorganized. The new commissioners will assume their duties on January 1, 2024. The next elections will be in 2025, when Clarke, Bernal Pulido (who could run for re-election) and Joel Hernández (who is ending his second term) will leave. These elections – if there are no progressive and suitable candidacies – could mean a change of position of the IACHR. This year and the next ones are marked by elections in various countries, which could mean a further turn to the right for the region, which could impact the candidacies for the next election. It remains to be seen how the Commission that begins on January 1, 2024 will work. Here the role of civil society is key to promoting suitable candidacies committed to the advancement of human rights.