See original link with full list of signatories here: https://www.ipas.org/news/2019/November/global-declaration-on-abortion
Spanish, French and Portuguese versions follow.
This joint declaration on abortion for the Nairobi Summit on ICPD25 (November 12-14, 2019) was developed by the Asian-Pacific Resource and Research Centre for Women (ARROW), Center for Reproductive Rights, CHOICE for Youth and Sexuality, Ipas, Marie Stopes International, Realizing Sexual and Reproductive Justice (RESURJ), SPECTRA and Vecinas Feministas por la Justicia Sexual y Reproductiva de America Latina y el Caribe. Safe abortion is critical to the comprehensive sexual and reproductive health and rights commitments of the International Conference on Population and Development, and the continued commitments following ICPD+25.
Preamble
Over the last 25 years, governments, health providers and civil society have taken major steps to advance women’s and girls’ sexual and reproductive rights, in line with international human rights standards and public health guidance, including liberalizing abortion laws in over 50 countries. In addition, medical abortion has revolutionized access and improved safety of abortion around the world.
Yet more must be done. Globally, 1 in 4 women will access abortion care in their lifetime. Of the 56 million abortions that happen each year, 25 million are unsafe with a resulting 44,000 women and girls dying—roughly 8 percent of all global maternal deaths—and 7 million more women in developing countries suffering serious, often permanent, injuries. The vast majority of these deaths and injuries are preventable and occur where laws are most restrictive. Evidence shows that restricting access to abortion does not decrease women seeking abortion, it only makes it less safe, especially for the poorest and most vulnerable women and girls. The Sustainable Development Goals will not be met if access to safe abortion care is not urgently addressed.
We therefore urge governments, UN agencies, civil society organizations, health providers, the private sector and the donor community to:
- Make abortion, including abortion self-care, safe, legal, available, accessible and affordable by eliminating all laws and policies that restrict or criminalize access.
- Ensure that universal health coverage integrates–and makes accessible and affordable–an essential package of comprehensive sexual and reproductive health information, and services, including abortion, post-abortion and contraception, into national strategies, budgets and programs.
- Provide children and young people—both in and out of school—with comprehensive sexuality education that supports their right to informed choice and autonomy, including evidence-based information on contraception and abortion, and connects them with sexual and reproductive health services that are free, accessible, age-responsive, nondiscriminatory, and do not require third-party authorization.
- Increase access to early, quality medical abortion to make abortions safer, particularly in low-resource settings, by training providers at all levels, and by providing information, funding and resources for out of clinic access through hotlines, telemedicine and self-care referral systems.
- Meet the sexual and reproductive health needs of marginalized groups such as young women, indigenous women, women with disabilities, unmarried women and girls, and trans men by addressing the multiple barriers that prevent them from accessing services, by training and sensitizing providers, and by designing intersectional interventions that address social, cultural and economic needs, and help to improve equity and ensure their access to contraception and abortion.
- Promote gender equality and women’s and girls’ autonomy by implementing interventions at all levels to change harmful social and gender norms and stereotypes around sexuality, pregnancy and abortion; and by engaging partners, relatives and community members as supportive advocates for sexual and reproductive rights and abortion.
- Provide comprehensive sexual and reproductive healthcare to those affected by sexual and gender- based violence, including access to emergency contraception, safe abortion services and psycho-social support as defined under CEDAW, ICCPR and CAT.
- Guarantee sexual and reproductive health information and services, including comprehensive abortion care and contraception, in humanitarian settings, especially for all survivors of sexual and gender-based violence.
To learn more about RESURJ’s framing of the right to abortion as a fundamental aspect of sexual and reproductive justice read here
SPANISH
Declaración global sobre el aborto
Cumbre de CIPD25 en Nairobi
Preámbulo
En los últimos 25 años, gobiernos, prestadores de servicios de salud y la sociedad civil han adoptado medidas importantes para promover los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y niñas, en consonancia con las normas internacionales sobre derechos humanos y la orientación en salud pública, que incluye liberalizar las leyes sobre aborto en más de 50 países. Asimismo, el aborto con medicamentos ha revolucionado la accesibilidad y mejorado la seguridad del aborto en todo el mundo.
No obstante, aún falta mucho por hacer. Mundialmente, 1 de cada 4 mujeres accederá a servicios de aborto en su vida. De los 56 millones de abortos que ocurren cada año, 25 millones son inseguros; como consecuencia, se estima que 44,000 mujeres y niñas mueren, aproximadamente el 8 por ciento de todas las muertes maternas mundiales, y que 7 millones más sufren lesiones graves, a menudo permanentes. La gran mayoría de estas muertes y lesiones son evitables y ocurren en los lugares con las leyes más restrictivas. La evidencia muestra que restringir el acceso a los servicios de aborto no disminuye el porcentaje de mujeres que buscan abortos, sino que causa que el aborto sea menos seguro, en particular para las mujeres y niñas más pobres y más vulnerables. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible no se cumplirán si no se trata con urgencia el tema de acceso a los servicios de aborto seguro.
Por ello, instamos a los gobiernos, a los organismos de las Naciones Unidas, a las organizaciones de la sociedad civil, a los prestadores de servicios de salud, al sector privado y a la comunidad de donantes a:
- Comprometerse a lograr que los servicios de aborto, incluido el autocuidado relacionado con el aborto, estén disponibles y sean seguros, legales, accesibles y económicamente asequibles, al eliminar todas las leyes y políticas que restringen o penalizan el acceso.
- Velar por que la cobertura de salud universal integre en las estrategias, presupuestos y programas nacionales, el paquete esencial de información y servicios integrales de salud sexual y reproductiva, que incluye servicios de aborto, atención postaborto y anticoncepción, y velar por que ese paquete sea accesible y económicamente asequible.
- Proporcionar a niños, niñas y jóvenes, tanto en la escuela como fuera de la escuela, educación sexual integral que apoye sus derechos a la autonomía y a la elección informada, que incluye información basada en evidencia sobre la anticoncepción y el aborto, y que conecte a esas personas con servicios de salud sexual y reproductiva gratuitos, accesibles, sensibles a las particularidades de edad, no discriminatorios y que no exigen la autorización de terceras partes.
- Ampliar el acceso a servicios de aborto con medicamentos de calidad en las etapas iniciales del embarazo, con el fin de que los abortos sean más seguros, en particular en entornos con escasos recursos, al capacitar a prestadores de servicios en todos los niveles y al proporcionar información, fondos y recursos para el acceso fuera de los centros de salud, por medio de líneas de atención telefónica, telemedicina y sistemas de referencia para el autocuidado.
- Atender las necesidades de salud sexual y reproductiva de grupos marginados, tales como mujeres jóvenes, mujeres indígenas, mujeres con discapacidad mujeres y niñas solteras, y hombres trans, al abordar las múltiples barreras que les impiden acceder a los servicios, al capacitar y sensibilizar a los prestadores de servicios y al diseñar intervenciones interseccionales que aborden las necesidades sociales, culturales y económicas, y ayuden a mejorar la equidad y garantizar su acceso a los servicios de anticoncepción y aborto.
- Promover la igualdad de género y la autonomía de las mujeres y niñas al implementar intervenciones en todos los niveles para cambiar las normas sociales y de género dañinas y los estereotipos relacionados con la sexualidad, el embarazo y el aborto; y al incluir a las parejas, parientes e integrantes de la comunidad como promotores que apoyen los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y niñas, incluido su derecho al aborto.
- Proporcionar servicios integrales de salud sexual y reproductiva a las personas afectadas por violencia sexual y violencia de género, que incluyan acceso a la anticoncepción de emergencia, servicios de aborto seguro y apoyo psicosocial, tal como se define en virtud de CEDAW, ICCPR y CAT.
- Garantizar información y servicios de salud sexual y reproductiva, que incluyan servicios de atención integral del aborto y de anticoncepción, en entornos humanitarios, en particular para sobrevivientes de violencia sexual y de género.
FRENCH
Déclaration mondiale sur l’avortement
Sommet de Nairobi sur la CIPD25
Préambule
Au cours des 25 dernières années, les gouvernements, les prestataires de santé et la société civile ont pris des mesures décisives pour faire progresser la santé et les droits sexuels et reproductifs des femmes et des jeunes filles conformément aux droits humains et aux directives de santé publique, par le biais notamment de l’assouplissement des lois sur l’avortement dans plus de 50 pays. En outre, l’avortement médicamenteux a révolutionné l’accès et amélioré la sécurité de l’avortement dans le monde.
Il reste cependant encore beaucoup à faire. Au niveau mondial, 1 femme sur 4 aura accès à des soins d’avortement au cours de sa vie. Sur les 56 millions d’avortements qui ont lieu chaque année, 25 millions sont des avortements non sécurisés et on estime à 44 000 le nombre de femmes et de jeunes filles qui en meurent – ce qui représente à peu près 8 % de la mortalité maternelle à l’échelle mondiale – auxquelles il faut ajouter 7 millions de femmes qui souffrent de blessures graves, souvent permanentes. La vaste majorité de ces décès et blessures sont évitables et surviennent dans les endroits où les lois sont les plus restrictives. Il est prouvé que le fait de restreindre l’accès à l’avortement ne diminue pas le nombre de femmes qui cherchent à obtenir ce service, cela ne sert qu’à le rendre moins sécurisé, plus particulièrement pour les femmes et les jeunes filles les plus pauvres et les plus vulnérables. Il ne sera pas possible d’atteindre les Objectifs de développement durable sans résoudre de toute urgence la question de l’accès aux soins d’avortement sécurisé.
En conséquence, nous exhortons les gouvernements, les agences de l’ONU, les organisations de la société civile, les prestataires de soins de santé, le secteur privé et la communauté des donateurs à :
- Rendre l’avortement, y compris l’auto-administration de l’avortement médicamenteux, sécurisé, légal, disponible, accessible et économiquement abordable en éliminant toutes les lois et politiques qui en limitent et en pénalisent l’accès.
- Garantir qu’une couverture universelle de santé rende accessible et économiquement abordable toute une gamme complète d’informations et de services essentiels sur la santé sexuelle et reproductive, y compris sur l’avortement, les soins après avortement et la contraception en les intégrant pleinement aux stratégies, budgets et programmes nationaux.
- Donner aux enfants et aux jeunes adultes, tant à l’intérieur qu’en dehors du cadre scolaire, une éducation complète à la sexualité qui soutienne leur droit de faire des choix éclairés et autonomes notamment en recevant des informations fondées sur des preuves scientifiques sur la contraception et l’avortement et en étant mis en relation avec des services de santé sexuelle et reproductive gratuits, accessibles, adaptés à leur âge, non-discriminatoires sans obligation d’obtenir préalablement d’autorisation parentale ou d’une tierce partie.
- Renforcer un accès précoce à des soins d’avortement médicamenteux de qualité de manière à rendre l’avortement plus sécurisé, particulièrement dans les situations où les ressources sont limitées, en formant les prestataires de soins à tous les niveaux et en mettant à disposition des informations, des financements et des ressources pour permettre un accès aux soins en dehors des établissements de santé par le biais de permanences téléphoniques et de systèmes de télémédecine ou d’auto-administration.
- Répondre aux besoins en santé sexuelle et reproductive des groupes marginalisés, jeunes femmes, femmes indigènes, femmes en situation de handicap, femmes célibataires, jeunes filles et hommes transsexuels par l’élimination des obstacles qui les empêchent d’accéder aux services en formant et sensibilisant les prestataires de soins et en concevant des interventions intersectionnelles destinées à couvrir leurs besoins sociaux, culturels et économiques, à améliorer l’équité et à garantir leur accès à la contraception et à l’avortement.
- Promouvoir l’égalité entre les genres ainsi que l’autonomie des femmes et des jeunes filles par la mise en place, à tous les niveaux, d’interventions visant à modifier les normes sociales et de genre néfastes ainsi que les stéréotypes entourant la sexualité, la grossesse et l’avortement ; et impliquer les conjoints, les partenaires, les parents et les membres de la communauté en tant qu’alliés et défenseurs des droits sexuels et reproductifs et du droit à l’avortement.
- Mettre à disposition de toutes les personnes touchées par des violences sexuelles et sexistes des services de santé sexuelle et reproductive, notamment en ce qui concerne l’accès à la contraception d’urgence, à l’avortement sécurisé et au soutien psychosocial tel que le définissent la CEDAW, le PIDCP et le CAT.
- Garantir l’accès à des informations et des services de santé sexuelle et reproductive, notamment à des soins complets d’avortement et de contraception dans les situations humanitaires, plus particulièrement à l’intention de toutes les personnes ayant subi des violences sexuelles et sexistes.
PORTUGUESE
A Cimeira de Nairobi sobre a CIPD25
Declaração Global sobre Aborto
Preâmbulo
Nos últimos 25 anos, governos, provedores de saúde e sociedade civil tomaram medidas importantes para promover os direitos sexuais e reprodutivos de mulheres e raparigas, em conformidade com as normas internacionais de direitos humanos e orientações de saúde pública, incluindo a liberalização das leis de aborto em mais de 50 países. Além disso, o aborto medicamentoso revolucionou a acessibilidade e melhorou a segurança do aborto em todo o mundo.
Apesar de todos esses esforços, muito mais deve ser feito. Globalmente, 1 em cada 4 mulheres terá acesso a serviços de aborto em algum momento de sua vida. Dos 56 milhões de abortos que acontecem a cada ano, 25 milhões são inseguros, resultando em uma estimativa de 44.000 mortes de mulheres e raparigas – cerca de 8% de todas as mortes maternas globais – e 7 milhões mais sofrendo lesões graves, geralmente permanentes. A grande maioria dessas mortes e lesões são evitáveis e ocorrem onde as leis são mais restritivas. As evidências mostram que restringir o acesso ao aborto não diminui o número de mulheres que buscam o aborto, apenas o torna menos seguro, especialmente para as mulheres e raparigas mais pobres e vulneráveis. Os Objectivos de Desenvolvimento Sustentável não serão alcançados se as barreiras de acesso aos serviços de aborto seguro não forem eliminadas urgentemente.
Portanto, instamos governos, agências da ONU, organizações da sociedade civil, provedores de saúde, sector privado e comunidade de doadores a:
- Tornar o aborto, incluindo aborto auto-induzido, seguro, legal, disponível, acessível e barato, eliminando todas as leis e políticas que restringem ou criminalizam o acesso ao aborto.
- Garantir que a cobertura universal de saúde integre – e torne acessível e barato – um pacote essencial de informações e serviços completos de saúde sexual e reprodutiva, incluindo serviços de aborto, assistência/cuidados pós-aborto e contracepção, nas estratégias, orçamentos e programas nacionais.
- Proporcionar às crianças e jovens – dentro e fora da escola – educação sexual abrangente, que apoie o seu direito à escolha informada e autonomia, incluindo informações baseadas em evidências sobre contracepção e aborto, e os conecte a serviços de saúde sexual e reprodutiva gratuitos, acessíveis, sensíveis à idade, não discriminatórios e que não requeiram autorização/consentimento de terceiros.
- Aumentar o acesso ao aborto medicamentoso precoce e de qualidade para torná-lo mais seguro, principalmente em locais com poucos recursos, através da formação/capacitação de provedores de saúde em todos os níveis e do fornecimento de informações, financiamento e recursos para o seu acesso fora das unidades sanitárias por meio de linhas directas, telemedicina e sistemas de referência de auto-cuidados.
- Atender às necessidades de saúde sexual e reprodutiva de grupos marginalizados, como mulheres jovens, mulheres indígenas, mulheres com incapacidade, mulheres e raparigas solteiras e homens transsexuais, através da eliminação das múltiplas barreiras que os impedem de aceder aos serviços, formação e sensibilização de provedores e desenho de intervenções intersectoriais que atendem às suas necessidades sociais, culturais e económicas e ajudam a melhorar a equidade e garantem o seu acesso à contracepção e ao aborto.
- Promover a igualdade de género e a autonomia de mulheres e raparigas, por meio da implementação de intervenções em todos os níveis para alterar normas e estereótipos sociais e de género prejudiciais e preconceituosos sobre sexualidade, gravidez e aborto; e do envolvimento de parceiros, pais, familiares e membros da comunidade como defensores dos direitos sexuais e reprodutivos e do direito ao aborto.
- Prestar serviços de saúde sexual e reprodutiva completos às pessoas afectadas pela violência sexual e de género, incluindo o acesso a contracepção de emergência, serviços de aborto seguro e apoio psico-social, conforme definido na CEDAW, ICCPR e CAT.
- Garantir informações e serviços de saúde sexual e reprodutiva, incluindo serviços completos de aborto e contracepção, em contextos humanitários, especialmente para todas as pessoas sobreviventes de violência sexual e de género.